Con la venia de la Presidencia;

Nos encontramos en un momento decisivo en la definición del futuro del tratado comercial más importante de nuestro país.

Estamos en la antesala de una ronda de negociación de la que se espera poder alcanzar acuerdos en los capítulos de gran importancia para las economías de los tres países, los cuales no han logrado una definición en las rondas ya concluidas.

No debemos perder de vista la relevancia de la discusión sobre el cambio solicitado por el gobierno de los Estados Unidos a las reglas que establecen el porcentaje de contenido regional para la producción de vehículos. A este respecto, la industria automotriz se ha pronunciado ya sobre la inviabilidad de un incremento del 62.5 al 85 por ciento por razones de eficiencia en la producción.

A los negociadores mexicanos les corresponde tomar una postura con base en la decisión que genere mayores beneficios para las y los mexicanos y que garantice las inversiones realizadas en el territorio nacional, las cuales han representado progreso y desarrollo para muchas familias en todo el país.

Así mismo, es importante destacar, como ya lo hemos hecho en ocasiones anteriores, la labor realizada por el equipo negociador de nuestro país. Al mismo tiempo, desde esta tribuna, les pedimos no bajar la guardia ante las reiteradas amenazas del gobierno de Estados Unidos de abandonar el Tratado si las negociaciones no favorecen a sus intereses.

Una negociación en los términos que propone Estados Unidos vendría a generar incertidumbre para las compañías de la región. Un ejemplo de lo anterior es la denominada cláusula Sunset, la cual tiene como propósito obligar a una revisión periódica del Tratado cada cinco años, lo cual desincentivaría las inversiones de largo plazo.

Tampoco debemos perder de vista que nuestro país no sería el único afectado si Estados Unidos decidiera salir del Tratado, pues el impacto sería igualmente significativo para nuestro vecino del norte, dado que las economías de la región se encuentran fuertemente vinculadas y la disolución del Tratado implicaría un cambio drástico para todo el mercado regional que definitivamente restaría competitividad frente a otras regiones en ascenso. Lo anterior es bien entendido por los capitanes de la industria estadounidense, quienes reiteradamente han solicitado a su Presidente reconsiderar su posición respecto al Tratado.

Es de resaltar que el equipo de negociadores mexicanos ha realizado una importante labor para convencer a muchos de los gobernadores estadounidenses que hasta hace poco percibían al tratado como ajeno e incluso perjudicial para sus estados de la necesidad de mantenerlo, pues en realidad obtienen de éste importantes beneficios que se esfumarían si el tratado dejara de existir.

Finalmente, nos queda destacar que lo ideal es mantener, como hasta ahora, la discusión de carácter técnico lejos del terreno político, pues tanto Estados Unidos como nuestro país enfrentarán procesos electorales en el presente año que eventualmente podrían alterar los acuerdos a los que se lleguen.

En este sentido, los legisladores del Partido Verde confiamos en que el equipo negociador seguirá tomando en cuenta las opiniones de los actores directamente afectados y las llevará a las distintas mesas con la finalidad de defender de la mejor manera los intereses de todos los mexicanos.

Muchas gracias compañeros.

PARTIDO VERDE