Muchas gracias presidente, con la venia de la Asamblea, señoras senadoras, señores senadores:

Nuestra atmósfera ya no tiene capacidad para recibir más carbono.La COP 21, busca que los países se comprometan a reducir sus emisiones de gases contaminantes.

México ha hecho compromisos que debe respetar.Esos compromisos significan transitar hacia una economía de bajo carbono, cuya base es la generación de electricidad a partir de energías limpias.

La aprobación de la Ley de Transición Energética, nos da la oportunidad de seguir avanzando en una nueva arquitectura para el sector eléctrico.

Su expedición, complementa el lado sustentable de la Reforma Energética, cumpliendo con un mandato constitucional.

Esta nueva Ley, además de armonizar las disposiciones con las de la Ley de la Industria Eléctrica, integra toda la legislación dispersa que existe sobre las energías renovables, la eficiencia energética, la generación distribuida y las redes inteligentes.

Pero lo fundamental es que fortalece la seguridad energética, a partir de la diversificación y del fomento a fuentes de energía alternativas.

Quienes aquí estamos, sabemos del enorme potencial que nuestro país tiene para generar energía renovable.

Sabemos que contamos con condiciones climáticas y ubicación privilegiada.

Pero estamos convencidos que faltan instrumentos y políticas públicas adecuadas para generar una energía más limpia y amigable con el medio ambiente.

Y, es precisamente en esta nueva Ley, donde se establecen mecanismos para aprovechar sustentablemente nuestros recursos naturales y disminuir las emisiones de contaminantes.

En esta Ley, se establecen metas e instrumentos concretos para garantizar una efectiva diversificación de la matriz energética y disminución de emisiones contaminantes.

Propone un uso eficiente de la energía y un marco institucional que promueve el desarrollo científico y tecnológico, la formación de capital humano y el impulso a cadenas de valor.

Esta Ley, entre otros aspectos, faculta a la SENER para crear y coordinar los siguientes instrumentos:

  • La Estrategia Nacional para la Transición Energética y el Aprovechamiento Sustentable de la Energía; como el instrumento rector de la política nacional en materia de obligaciones de energías limpias, aprovechamiento sustentable de la energía y mejora en la productividad energética.
  • El Programa Nacional para el Aprovechamiento Sustentable de la Energía; que establecerá las acciones, proyectos y actividades derivadas de la Estrategia que permitan alcanzar las metas.
  • El Programa Especial de la Transición Energética; y
  • El Atlas Nacional de Zonas con Alto Potencial de Energías Limpias.
  • También se incluyen, entre otros, los siguientes aspectos:

Se fijan como metas mínimas una participación de energías limpias en la generación de energía eléctrica del 25 por ciento para 2018; del 30 por ciento para 2021; y, del 35 por ciento para 2024, en concordancia con los compromisos internacionales asumidos por México.

Se da una mayor claridad sobre el funcionamiento de los Certificados de Energía Limpia y se establece un registro de los mismos.

Se mantiene el Fondo para la Transición Energética y el Aprovechamiento Sustentable de la Energía.

Se establece el Programa de Redes Eléctricas Inteligentes, que permite fortalecer y expandir la infraestructura de transmisión y distribución de electricidad y, con ello, desahogar de forma adecuada la energía generada con fuentes limpias.

Se faculta al CONACYT para participar en la creación de los Centros Mexicanos de Innovación en Energías Limpias, con el objetivo de promover la investigación y el desarrollo de las tecnologías de energías limpias.

Se transforma del Instituto de Investigaciones Eléctricas en el Instituto de Investigaciones Eléctricas y Energías Limpias, como un organismo público descentralizado con personalidad jurídica y patrimonio propio.

Sabemos que una transición energética de la magnitud que el país requiere, va más allá del cumplimiento de metas de generación con energías limpias y de adecuaciones al marco jurídico.

La transición energética implica el compromiso y la contribución de todos, para hacer de México un país sustentable, que contribuya al combate del cambio climático y reduzca la huella de carbono.

Por eso, compañeras y compañeros, los senadores y senadoras del Partido Verde votaremos a favor del presente dictamen.

Es cuanto señor presidente.