Con la venia de la Presidencia

En nuestro calendario cívico-nacional no existe fecha histórica, celebración cívica o festejo popular más importante y trascendente que el festejo de la independencia de nuestra nación.

El proceso de independencia de nuestro país no constituyó un proceso aislado, por el contrario, fue un movimiento que siguió las ideas liberales pregonadas por la Independencia de los Estados Unidos en 1776 y de la Revolución Francesa de 1789, asimismo, fue un proceso conjunto en el que participaron la mayoría de la naciones latinoamericanas.

Las naciones hermanas del cono sur de nuestro continente iniciaron y alcanzaron sus respectivas independencias en las tres primeras décadas del siglo XIX, comenzando por Haití, que lo hizo al amanecer del siglo, hasta Brasil, que terminó el ciclo.

Cabe recalcar que fue nuestro país el precursor de los procesos continentales de emancipación que surgieron a partir de 1808 y que posteriormente se expandieron de manera virulenta por todo el continente, dichos movimientos insurgentes levantaron a los pueblos con el grito común de acabar con la opresión y de alcanzar la libertad.

Aprovechamos esta ocasión para agradecer y rememorar a los hombres y mujeres que con visión y valentía hicieron realidad el sueño libertario, nuestros libertadores rompieron las cadenas que nos ataban con la metrópoli y dieron vida a las múltiples y jóvenes naciones americanas.

Habiendo establecido las bases y antecedentes del acontecimiento independiente como fenómeno estructural, consideramos oportuno centrarnos en nuestro proceso emancipador. Nuestro camino a la vida independiente comenzó el 16 de septiembre de 1810 y culminó habiendo conseguido sus anhelos libertarios el 27 de septiembre de 1821.

Tenemos que resaltar que el precio de la independencia fue muy costoso, a lo largo de los diez largos años de lucha y guerra fueron cegadas miles de vidas de hombres y mujeres, otra consecuencia nefasta fue la pérdida de la enorme riqueza generada a través de los años fruto del trabajo y del esfuerzo de generaciones enteras, pero quizás la consecuencia más grave que dejó la guerra de independencia fue la semilla de división entre los bandos y que fue superada luego con la construcción de la identidad nacional.

Pero igualmente reconocemos que su sacrificio no fue en vano, ya que dio vida a una nueva nación, una nación que ha logrado grandes avances; en un primer momento, reconocemos y celebramos que vivimos bajo un régimen democrático, con un régimen federal funcional pero perfectible, y en un ambiente de libertades políticas nunca antes vistas.

Y si bien nos queda mucho por hacer para conseguir una sociedad con justicia social y con plena seguridad individual y colectiva, reconocemos que desde el gobierno federal, desde la clase política, desde la ciudadanía, desde los medios de comunicación, se hacen los esfuerzos necesarios para que a mediano y largo plazo seamos una sociedad inclusiva y próspera, en donde todos los mexicanos puedan gozar y ejercer libremente de todos los derechos que nuestra Constitución Política nos concede.

A lo largo de estos 206 años de vida independiente nuestros antepasados hicieron su parte para sacar adelante a nuestro país, el día de hoy nos toca a nosotros hacer nuestra parte, tratando de construir para las generaciones futuras un país viable y próspero, y de esta manera poder ser recordados, como el día de hoy estamos recordando a los héroes que nos dieron patria.

En el Partido Verde celebramos la Independencia de México y al mismo tiempo apelamos a la unidad para que en estos tiempos de división se logren los acuerdos y consensos necesarios para seguir trabajando por México.

Es cuanto señor Presidente.

PARTIDO VERDE ECOLOGISTA DE MÉXICO