Siempre he creído que ser legislador es un gran honor y una gran responsabilidad.

Nos eligen para que velemos por los intereses y el bienestar de nuestra sociedad. También para que hagamos de este Congreso, un lugar de dialogo, de concordia, de trabajo y de unión por el bien común.

Sin embargo, hoy veo con tristeza que lo hemos reducido a un campo de batallas personales, donde mexicanos peleamos contra otros mexicanos.

Así son las cosas.

Hoy ponen en nuestras manos un documento en el que se refleja un año más de trabajo incansable, de logros y de resultados alcanzados por el Gobierno federal, en beneficio de nuestro país.

Y sin haberlo revisado, algunos ya comenzaron a criticarlo.

Sus ambiciones no les permiten ver todo lo bueno que se ha hecho y tampoco les deja darse cuenta de que el país requiere unión para fortalecerse frente a un mundo cada vez más desarrollado.

En el Verde seguimos creyendo que esta es una de las etapas más importantes en la historia del país y nos sentimos muy orgullosos de poder ser parte de ella.

Para seguir apoyando este proyecto, hemos elaborado una agenda muy ambiciosa con 2 objetivos: primero, consolidar las reformas estructurales; y segundo, cumplirle a los mexicanos todo aquello que les hemos prometido en temas sociales y ambientales.

La ponemos a su consideración y les ofrecemos nuestra ayuda para sacar adelante también sus propias agendas, todo por el bien de nuestro país.

México no comenzó a formarse hace 4 años pero sí comenzó una carrera para tratar de alcanzar a los mejores en el mundo.

Estoy seguro que cada uno de los Presidentes de México siempre han hecho todo lo posible para hacer que nuestro país mejore.

Pero el Presidente Peña Nieto, sin duda pasará a la historia por haber hecho las grandes reformas que nos permitieron enfrentar el siglo XXI. Y lo hizo solamente por amor a México.

No ha sido una tarea fácil, pero los resultados hablan por sí solos. No hacer eco de ellos, es simplemente una traición al país.

Algunos de ellos son los siguientes:

En materia de seguridad, reduciendo en los Estados del norte más de 42% el número de homicidios, cuando años atrás teníamos una guerra declarada.

O haber neutralizado 100 de las 122 bandas más peligrosas. O seguir bajando año tras año, delitos como el secuestro y la extorsión.

También están esos resultados que hoy permiten que las jefas de familia cuenten con un seguro de vida; que los jóvenes cuenten con créditos; y que haya un 50% más de adultos mayores que gozan de una pensión, en comparación con el 2012.

Resultados en la economía, gracias a los cuales el PIB ha crecido 2.1% en promedio, cuando la economía de todo el mundo (incluyendo Europa y América Latina) ahora está en recesión.

Y más aún, tomando en cuenta que en los dos sexenios anteriores, ese crecimiento apenas llegó al 0.2 y al 0.6%, respectivamente.

Resultados en la creación de más de 2 millones de empleos formales, cuando en las 2 administraciones anteriores la suma alcanzó solo 750 mil.

Resultados también con la inflación más baja en los últimos 45 años.

Y resultados con 4.4 millones de personas más afiliadas al Seguro Popular, de las que había en 2012.

Y podemos seguir hablando por horas de los buenos resultados en la administración del Presidente Peña Nieto, porque gracias a ellos, México se mueve con mucho más vigor que en los últimos 15 años. Nadie lo puede negar.

Sin embargo, casi nadie hace referencia a ello, lo cual es totalmente diferente cuando sucede algo negativo.

Siempre nos gustaría que todo fuera mejor, pero necesitamos aceptar que tenemos dos grandes enemigos: uno, el complicado entorno internacional y dos, nosotros mismos.

Alguna vez escuche a Hugo Sánchez, uno de los mejores futbolistas que ha tenido México, cuando hablaba sobre la superación de los mexicanos, platicar aquella conocida fábula de los cangrejos.

Resulta que había dos cubetas con cangrejos. Una sin tapa con cangrejos mexicanos; y otra con tapa con cangrejos de otros países.

Cuando le pidieron una explicación al dueño de los cangrejos, este simplemente respondió que la cubeta con cangrejos mexicanos no necesitaba tapa porque cuando alguno quería escapar, los demás lo impedían y lo jalaban hacia abajo.

Por el contrario, la cubeta con cangrejos de otros países, sí necesitaba tapa porque cuando alguno quería escapar, los demás le ayudaban a salir.

¡Qué paradoja!

Exactamente eso es lo que pasa con los políticos en México, cuando alguien destaca como es el caso del Presidente Peña Nieto, los demás lo quieren jalar hacia abajo.

Normalmente se busca atacar la imagen de las instituciones cuando deberíamos estar empeñados en fortalecerlas.

Olvidamos que si le va bien al Presidente y su Gobierno, nos irá mejor a todos los mexicanos.

Olvidamos que más allá de la lealtad a nuestros Partidos, está el compromiso que tenemos con el país.

Olvidamos que si no somos capaces de apoyarnos a nosotros mismos, nadie más en el mundo lo hará.

Recordemos que el país es de todos y todos tenemos la responsabilidad de trabajar unidos para tener éxito.

Pero algunos políticos y líderes de opinión parece que viven en la Alemania de los años 30's, cuando los Nazis buscaron y consiguieron la destrucción de su propio país, para luego apropiarse de él. Y terminaron por destruirlo todo.

Si queremos que México esté entre las primeras economías del mundo, necesitamos una nueva manera de pensar. Una que nos permita superar nuestras divisiones para ver en el otro a alguien con el que puedo contar y no a alguien con el que debo acabar.

Esto implica que comencemos a ver cómo le hacemos para que el que gana una elección, se convierta en un ejemplo a seguir por todos.

También implica darnos cuenta de que hay algo mucho más grande e importante que nuestros objetivos personales; y ese algo es México.

Por eso hoy, quiero llamar la atención de todos los líderes sociales que se encuentran aquí reunidos, para que recuerden todo lo que hemos tenido que pasar para construir esta gran nación; y para que recuerden todo lo que aún nos falta por hacer.

Todos somos mexicanos y juntos podemos ser más fuertes. No se trata de ser amigos. Se trata solo de aprender a convivir para trabajar juntos por amor a México.

El Presidente Peña Nieto es el Presidente de todos. Así lo votaron una amplia mayoría de mexicanas y mexicanos.

Sus logros deben ser los logros de todos nosotros y viceversa. Sus problemas deben ser problemas de todos nosotros y viceversa.

Es obvio que en el Partido Verde admiramos mucho al Presidente Peña Nieto, sobre todo por su talento y valor.

Juntos construimos este proyecto y juntos lo acabaremos.

Pero la razón principal que en el Verde nos hace ver en nuestro Presidente a un verdadero líder, es que nunca ha tomado el camino fácil ni tampoco ha tomado decisiones malintencionadas.

Siempre se ha enfrentado a la verdad, sin importar que las críticas en su contra hayan llegado incluso a faltarle el respeto a su familia.

¿Qué no se supone que la familia es "sagrada"? ¿Quién de nosotros dejaría que se metan con nuestros hijos e hijas o con nuestra esposa o esposo de la manera que se han metido a difamar la familia del Sr. Presidente?

A esas bajezas han llegado algunos aquí, solo para tratar de sacar ventaja política o como venganza por haber perdido un privilegio económico.

Nuestro Presidente siempre ha enfrentado las cosas con valor, pero sobre todo con respeto.

Pero lo más importante es que nuestro Presidente ha sido un líder que ha dado resultados históricos a nuestro país. Mencionaré algunos:

1. Saco al ejército de las calles donde no le correspondía estar y así ha avanzado la pacificación de México.

2. Los mexicanos estamos más seguros que hace algunos años. Los jóvenes, sobre todo en el norte del país, han podido regresar a su vida cotidiana.

3. Ha logrado reformas históricas, impensables en otras décadas.

4. Tuvo el valor para enfrentar en estas reformas, a intereses económicos para lograr un país más justo y parejo. Que dicho sea de paso, algunos de estos empresarios afectados seguramente son los que están atrás de los ataques y las calumnias a nuestro Presidente.

Pero eso no es todo:

5. Logró una reforma fiscal que de no existir, el país estaría en la quiebra por la baja recaudación que históricamente hemos tenido y la caída del precio del petróleo. Y hay que decirlo: la reforma fiscal fue para que paguen los que más tienen y no para afectar a los más pobres, tal como pretendían otros con el IVA en alimentos.

6. Logró también una reforma educativa que ha sido dura pero que ningún otro Presidente se había atrevido ni siquiera a pensarlo.

Como podemos ver, el Presidente ha hecho grandes reformas para México y estamos seguros que la historia lo sabrá reconocer por sus actos y logros.

Ha mantenido la calma para dirigir a nuestro país, siempre buscando lo mejor para México, simplemente por amor a nuestro pueblo.

Dejemos ya de pensar en el 2018 y ocupémonos del presente.

Los países verdaderamente exitosos lo son porque sus políticos y líderes saben unirse por el bien de su pueblo, así como reconocer y apoyar cuando tienen un líder que sabe conducir bien a su país, tal como es hoy el caso de México.

Compañeros, compañeras, apoyemos a nuestro Presidente porque es lo que las mujeres y los hombres de buena voluntad debemos hacer y porque él siempre ha buscado el bien de nuestro país.

Por su atención, muchas gracias.

PARTIDO VERDE ECOLOGISTA DE MÉXICO