Con la venia de la Presidencia:

La generación de residuos es, principalmente, consecuencia directa de la actividad de los seres humanos. En ese sentido, en nuestra Ciudad se producen a diario 13 mil toneladas de residuos sólidos urbanos.

Al respecto, el Informe del Consejo Económico y Social de Naciones Unidas, señaló desde el año 2001 la necesidad de prestar atención al aumento de la producción de desechos, la cual se presenta a un ritmo sin precedentes, convirtiéndose en un problema ambiental de grandes proporciones.

Dicha situación provocó que se generara conciencia respecto al problema de los residuos y la necesidad de abordarlo a través de estrategias internacionales. Un ejemplo de ello la Conferencia Río+20, sobre el Desarrollo Sostenible, celebrada en junio de 2012, en la cual se determinó invitar a los países a tomar todas las medidas posibles para prevenir la gestión irracional de los desechos peligrosos.

En consecuencia, se hizo el compromiso de seguir reduciendo, reutilizando y reciclando los desechos, de manera que se pudiera ir aumentando la producción de energía procedente de éstos, con miras a utilizarlos también como un recurso.

Por su parte, la ONU, a través de su Programa para el Medio Ambiente, con la Asociación Internacional de Residuos Sólidos, propuso un modelo de gestión de residuos basado en el aumento de las tasas de reciclaje y en la erradicación de prácticas irracionales de eliminación de los residuos, como la quema de basura a cielo abierto.

Dicho modelo hace especial énfasis en la necesidad de estimular la recuperación y reciclaje de materiales, maximizando el reciclado, al tiempo de crear, para los desechos residuales que no pueden reciclarse de manera sostenible, instalaciones dedicadas a la recuperación y producción de energía, con la finalidad de garantizar la sostenibilidad en la gestión de los residuos.

En sintonía con lo anterior, todos debemos hacer todo lo posible por revertir, al menos parcialmente, el ciclo recurso-producto-residuo, convirtiendo el residuo nuevamente en recurso a través de la valorización, ya sea mediante el reúso, el reciclado, o bien, su conversión en recurso energético.

En nuestro país, el problema de los residuos está relacionado con su mal manejo, así como con la falta de políticas públicas y programas que permitan reducir al mínimo posible la cantidad de basura generada. No solo se trata de garantizar que la basura se tire en un lugar que cuente con las condiciones adecuadas para no convertirse en un riesgo para la salud y la conservación del entorno, sino también de fomentar en la sociedad una cultura de separación de los residuos que facilite el reciclaje, la reutilización y la valorización de los mismos.

Recordemos que un mal sistema de gestión de los residuos también afecta la imagen urbana y provoca la acumulación de la basura en las calles y espacios públicos, lo cual puede representar un impacto mayor, especialmente en temporada de lluvias: se obstruye el drenaje y se generan complicaciones y daños a la infraestructura, cuya reparación representa gastos adicionales para el gobierno y los contribuyentes.

En el caso de la Ciudad de México ya se llevan a cabo acciones encaminadas hacia la prevención y minimización de los residuos sólidos, a través de operaciones y procesos que permiten disminuir su cantidad en cada una de sus etapas: generación, almacenamiento, recolección, tratamiento y disposición adecuada.

También se fomenta una cultura ciudadana que contribuye a la reducción y reúso de los materiales que se consumen diariamente; a la responsabilidad compartida del sector servicio, comercio y establecimientos mercantiles para la elaboración de sus planes de manejo; y a la investigación científica y tecnológica para el aprovechamiento y la valorización de los residuos.

Sin embargo, el poder implementar proyectos alternativos de tratamiento de residuos en nuestra ciudad con el fin de no tener que enviar los desechos a rellenos sanitarios, permitiría aprovecharlos para producir energía con bajos niveles de bióxido de carbono, lo que también significaría beneficios para el medioambiente y la salud de los habitantes de la ciudad y sería suficiente para abastecer, por ejemplo, el sistema de transporte colectivo metro, luminarias o plantas de tratamiento de agua.

Es por ello que el Partido Verde presenta esta iniciativa, cuyo objetivo es incentivar el desarrollo, adopción y ejecución de tecnologías limpias para la generación de energía eléctrica a partir de los residuos sólidos urbanos, encaminando a la Ciudad de México no solo a una autonomía en la gestión de sus residuos, sino hacia la valorización de los mismos.

Por su atención, muchas gracias

Es cuánto.

PARTIDO VERDE